sábado, 28 de noviembre de 2015

A Hombre Amenazado, Leyes a Destiempo



       A hombre amenazado, leyes a destiempo. Menos de dos semanas nos separan de los atentados de Paris, y menos de una y media desde que líderes mundiales se afanan en proteger al musulmán coherente y moderado alejado de extremismos incongruentes. Y, repentinamente, las primeras medidas post-terror enfilan a las comunidades más vulnerables, a mujeres y niños que, a menudo, desprotegidos de su entorno, cultura y costumbres, y otras veces discriminados por ellos, son puestos entre la espada y la pared. 
     Pongamos que la mujer de la foto fuera holandesa y que fuese tranquilamente de camino a la compra. Bueno, pues ya no, o por lo menos no tranquilamente, al no ser que cada vez que vaya al mercado se acuerde también de coger el pico de 405 euros para la multa por empeñarse a llevar el burka. Quizá nadie ha pensado que esta ley promueve más el aislamiento en casa de la paseante que su renuncia al atuendo, y entonces veremos quién hace la compra. 
    Hacía tiempo, probablemente desde el 2001, que no veía una amenaza tan directa hacia una comunidad como la musulmana que, dados los acontecimientos, ya se encuentra expuesta a un juicio popular y mediático sin cese. Quizás los sometimientos extremos no colaboren a la reintegración social de una comunidad maltratada por prejuicios descabellados en constante propaganda. Si bien es cierto que seguramente la mujer de la foto, evitando el burka, evitaría también que su paseo se convirtiese en una yincana de miradas, críticas y sospechas más o menos prudentes o disimuladas.
Además la España de mi generación busca una integración multicultural lejos de una España de catolicismo por defecto e imposición y denigrado por radicalismos adheridos como lapas. 
     El segundo caso de esta semana viene desde chez nous, concretamente desde Melilla, donde un colegio público prohíbe el uso de burka o niqab (velo integral en ambos casos) a sus alumnas por “motivos de seguridad”, y claro aquí viene el segundo entramado. Las intenciones del colegio son comprensibles, pero también es ingenuo pensar que la niña va a llegar al día siguiente sin su velo y a jugar en el patio tan tranquila  sin sentirse desnuda o disfrazada, por no pensar en las disputas en casa. 
       No rechazo la medida pero si los tiempos. Cuando oigo la frase “por motivos de seguridad”, tirito. “Seguridad”, otro término que se nos ha ido de las manos a las pistolas. Sospechamos hasta de nuestra sombra y el terror nos devuelve a la caverna más platónica donde el sol es la idea más lejana, y las sombras gobiernan nuestra rutina. 
       No quiero pensar que el terror pueda servir en nuestro país de excusa para crear leyes que promuevan conflictos y destierren discusiones políticas de primer orden, precisamente en tiempos donde más que nunca las mujeres musulmanas deben poder pasear libremente por las calles y las niñas necesitan una escuela que las acune. De libertad y seguridad ya no sabemos nada, así que respetemos los tiempos y ahorrémosle la multa a la señora de arriba, que seguro que los niños necesitan libros nuevos.

El País: http://politica.elpais.com/politica/2015/11/25/actualidad/1448459029_632465.html


No hay comentarios:

Publicar un comentario